El 8 de noviembre el Museo abre sus puertas mostrando en varias de sus secciones artesanos trabajando en diferentes oficios.
La numerosa afluencia de visitantes exige la colaboración, en la labor de guías, de varios miembros de la Asociación Etnográfica Artea.
Los visitantes pueden ver la labor de tejer lana, modistas en acción, interesarse por la elaboración de miel, el carpintero elaborando agujas de madera, el herrero-herrador disponiéndose a herrar a dos poneys en el potro, cesteras en plena labor, gallinas, conejos, la burra y las etxekoandres desgranando maíz en la cuadra, la boticaria preparando pomadas y ungüentos, una tendera y tabernera, cuatro caseros jugando al mus, el maestro en la escuela, otra etxekoandre desgranando alubias en la cocina, etc. etc
Al término de la visita el comentario general de los visitantes es la sorpresa y asombro del patrimonio reunido y expuesto y felicitar y dar ánimos a la Asociación por el trabajo desinteresado realizado y para seguir en esa línea.