Este día el Museo abrió sus puertas mostrando una serie de oficios y trabajos tal como se contemplaban en la primera mitad del siglo XX con la colaboración de artesanos del pueblo.

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Con la colaboración de varios medios de difusión la noticia atrajo una asistencia multitudinaria de visitantes; como en años anteriores varios miembros de la Asociación tuvieron que reforzar el Servicio de Guías. Los visitantes pudieron ver como se desenvolvían las modistas, oír las explicaciones del apicultor y la etxekoandre que hacía quesos y contestaban a las variadas preguntas que les formulaban; al calor del fuego bajo asaban castañas; el carpintero, el herrero y el molinero mostraban el fundamento de sus trabajos; reinaba la alegría en la cuadra entre gallinas, conejos, cerdos y cabras vigilados por la etxekoandre que desgranaba mazorcas de maíz. Mientras en la planta superior, un músico mostraba a los visitantes los secretos de una trikitixa con todos sus componentes separados a la vista; una ayudante de boticaria elaboraba remedios naturales; una tendera mostraba los múltiples productos de la tienda, a la vez que en la taberna se veía una reñida partida de mus; el maisu con sus alumno recorría el museo poniendo tareas a cada escolar y en el salón del piso urbano un grupo de mujeres hacían punto, vainilla y otras labores.

En resumen, al final de cada visita de cada grupo, sus componentes mostraban su sorpresa por la cantidad de secciones que había visto y la forma tan completa y natural en su exposición, agradeciendo a los miembros de la Asociación por su dedicación desinteresada y el valioso Patrimonio creado.